NOTA DE PRENSA DE LA ASOCIACIÓN POR LA TOLERANCIA SOBRE EL ACTO CELEBRADO DELANTE DE LA OFICINA DE GARANTÍAS LINGÜÍSTICAS.
La Asociación por la Tolerancia ha entregado en la Oficina de Garanties Lingüístiques de la Generalitat de Cataluña el documento, dirigido al President Pasqual Maragall i Mira, que se acompaña seguidamente, en el que se solicita un cambio de la política lingüística que se asiente en la realidad social de Cataluña, y la supresión de estas Oficinas de delación de ciudadanos que utilizan el castellano en Cataluña. La entrega del documento ha sido efectuada por la presidenta de la Asociación por la Tolerancia, Marita Rodríguez y acto seguido se ha procedido a la lectura del documento en público. Miembros de la Asociación, subidos en sillas, se han autoinculpado ante la Oficina en un parodia con frases como “Lo confieso, yo hablo castellano”; “Me acuso, tengo mis facturas en castellano”; “Es cierto, sueño en español”; “Lo confieso, hablo en el patio en castellano”. Muchos de los acompañantes llevan el letrero de “delatat” y “denunciat” por castellanohablante. Un cartel, en que se calificaba a la Oficina –que está sita en la Secretaría de Política Lingüística– como “Oficina de la Gestapo Catalanista”, presidió el acto.
CARTA AL PRESIDENT MARAGALL:
Hble. Sr. President de la Generalitat de Catalunya
D. Pasqual Maragall i Mira
Plaça de Sant Jaume
Barcelona
Honorable President,
La política de un Gobierno democrático ha de fundamentarse en el servicio a todos los ciudadanos y en el fomento de la convivencia entre ellos. Pero es la lengua catalana -el ADN del pueblo catalán según sus declaraciones- la que se está convirtiendo en el elemento nuclear de su política. Comprenda nuestra decepción, después de tantos años de gobierno nacionalista, albergábamos la esperanza de que la acción de un Gobierno progresista se fundamentara en la consecución del máximo bienestar y de calidad de vida para las personas, sobre todo las más necesitadas. Sin embargo, es la cara catalanista impregnada de política excluyente y agria la que preside sus actuaciones. No crea que nos basamos en impresiones infundadas. Hasta el día de la fecha, el escaparate de su Gobierno es una muestra de acciones que podemos calificar de totalitarias, en cuanto que ignoran la realidad social de Cataluña y se dirigen exclusivamente a dar satisfacción a una parte –menuda, pero bien es cierto que poderosa- de ideario fundamentalista que pretende una Cataluña pequeña, amputada, monolingüe. La realidad social de Cataluña es otra. En su propia familia han convivido y conviven catalán y castellano, y el contacto personal con la gente de los pueblos y de los barrios, le habrá permitido conocer de primera mano la existencia -muy nítida- de catalanes que tienen como primera lengua el castellano y de otros que se sienten más identificados con el catalán. ¿Por qué entonces una acción unidireccional, que lleva a la marginación pública y al ninguneo político de la comunidad lingüística catalana de lengua castellana? Algunas recientes acciones de su Gobierno así lo prueban:
A) El Departamento de Educación acaba de aprobar el "Pla per la llengua i la cohesió social". Este Plan hace de la lengua catalana el único vehículo de comunicación en la escuela.
Respecto a este punto, le acompaño, junto a este escrito, la Declaración que la Asociación por la Tolerancia ha realizado con motivo de la celebración del Día Internacional de la Lengua Materna.
B) El Departamento de Política Territorial y Obras Públicas va a proceder a una nueva rotulación de la señalización vial de las carreteras de Cataluña. Ha previsto como lengua de comunicación sólo el catalán.
Presidente, ha viajado mucho, tiene experiencias en países bilingües, habrá podido comprobar que es relativamente fácil informar en dos idiomas. La finalidad de la señalización en las carreteras es garantizar la seguridad de peatones y conductores, y el monolingüismo informativo en una sociedad bilingüe obstaculiza esa finalidad. De todas formas, el castellano es lengua oficial y lengua internacional ¿por qué desechar su uso institucional en una comunidad en la que el turismo es uno de los soportes de su economía?
C) Los Departamentos de su Gobierno quieren determinar los usos lingüísticos de los ciudadanos restringiendo su libertad y eso no está bien. ¿Por qué muchas de las subvenciones que destina su Gobierno a la sociedad civil quedan condicionadas a la utilización exclusiva de la lengua catalana por los particulares? ¿De verdad considera razonable, por ejemplo, que la ayuda para el servicio de acogida matinal de los niños en las escuelas (la guardería de las mañanas) que se da a las Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos dependa de que todas las actividades que se programen en esas horas se hagan en catalán? ¿De verdad le parece normal que la contratación de los servicios y suministros de la Administración catalana dependa de que las empresas adjudicatarias tengan sus impresos o rotulaciones en catalán? Y si es así, ¿por qué no le preocupa también sí los tienen en castellano? ¿No sería mejor destinar esos esfuerzos a controlar si tienen las suficientes medidas de seguridad e higiene en la empresa?
D) El despilfarro de los recursos públicos en políticas identitarias es escandaloso ¿Por qué destinar dinero a campañas que dan cuerda a una ridícula dentadura, pagar desplazamientos y honorarios de profesionales para exaltar la diferencia deportiva, financiar medios de comunicación ruinosos que tienen su razón de ser sólo en que son expresión de la causa catalanista y, en cambio, se es tan cicatero a la hora de cimentar determinados barrios o en invertir en sanidad? No es sólo un tema de falta de financiación, sino también de preferencia de intereses.
E) Especialmente grave, sin embargo, nos parece la creación de las denominadas "Oficines de Garanties Lingüístiques" destinadas a hacer posible "el dret a viure en català o en aranès, si escau". ¿De veras considera posible vivir plenamente en catalán en los tiempos que corren? President, no lo hace ni en su contexto familiar. ¿Considera adecuada, como acción de un gobierno democrático, destinar fondos públicos a crear Oficinas que fomentan la delación de unos ciudadanos respecto a otros? La aparición de estas siniestras oficinas, emulan una suerte de "Gestapo catalanista" que resulta incompatible con un gobierno que se autodefine como progresista. ¿No es consciente de que, a la larga, esto va propiciar enfrentamientos sociales? En el debate de la Ley de Política Lingüística, su partido, se comprometió a impedir la existencia de sanciones por cuestiones lingüísticas. Hoy, su Gobierno, estimula la delación contra los que emplean el castellano ¿Con qué finalidad? ¿Con qué sentido? ¿El paso siguiente será, acaso, la creación de policías que se encarguen de "adoctrinar" a los disidentes y exhibirlos en las plazas para que hagan pública confesión de sus "delitos" contra la causa catalanista? El equipo de "filólogos habituales" no debe condicionar tanto su política. Le pedimos que en beneficio de la cohesión social lidere el verdadero cambio que lleve la Cataluña real –la plural, la bilingüe, la libre– a las instituciones, a la escuela, a la administración. No la amenace con dentaduras que muerden, ni la condicione con Oficinas de delación. Eso conduce al desastre.
Barcelona, 22 de febrero de 2005
Marita Rodríguez, Presidenta de la Asociación por la Tolerancia
Asociacion por la Tolerancia