30 de diciembre de 2008

Un agent dels Mossos denuncia el cap d´afers interns i dos comandaments per coaccions




Un agente de los Mossos d'Esquadra destinado a la unidad de investigación de Gerona ha destapado la caja de los truenos de la policía catalana y ha hecho trizas en mil pedazos el pacto no escrito que recomienda a los miembros del cuerpo guiarse por la discreción y lavar la ropa sucia en casa.

El agente, que tiene rango de cabo, ha presentado una denuncia en el juzgado por un supuesto delito de coacciones, otro contra los derechos de los trabajadores y un delito contra la integridad moral. El denunciante, Alberto PS, apunta directamente con el dedo al jefe de la división de asuntos internos, el intendente Ramón José TR, al sargento Miguel Angel FS y al cabo Elena R.C. y los acusa de querer hacerle acatar una sanción disciplinaria antes de que sea firme. La sanción supone para el denunciante la suspensión de empleo y sueldo por tres meses y el traslado de comisaría.

Las tiranteces de Alberto P.S. con los mandos del cuerpo no son ninguna novedad. El origen de las desavenencias es en la lengua que usaba el ahora denunciante para redactar algunas de las diligencias de los casos que investigaba. En muchos de los asuntos Alberto P.S. escogía la lengua castellana para redactar los informes y eso, asegura él, no le había causado ningún problema hasta que, el pasado verano, su superior inmediato le ordenó que cambiara de registro y optara por el catalán en todos los asuntos.

El agente puso de manifiesto su disconformidad con la orden (entiende que no es ajustada a derecho en tanto que vulnera su derecho a la libertad de expresión) y pidió que se la entregaran por escrito.

Alberto P.S. acabó recibiendo la orden por escrito y eso le sirvió para presentar un recurso de alzada dirigido al Subjefe de la comisaría de Girona y, cuando se la tumbaron, en vía de apelación recurrió al Juzgado Contencioso número 1 de Gerona.

El juzgado no llegó a pronunciarse sobre la legalidad o no de la orden, ya que resolvió que el procedimiento instado por llevar el asunto al juzgado presentaba defectos de forma.

El agente había tramitado un procedimiento especial de protección de derechos fundamentales y el juzgado consideró que el caso no cumplía los requisitos para ser clasificado en esta categoría. La resolución se ha recurrido al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que, en breve, dictaminará si el juzgado gerundense debe pronunciarse o no sobre la legalidad de la orden lingüística dada al agente.

Interviene asuntos internos

El caso es, sin embargo, que la orden escrita no es lo único que recibió Alberto PS, sino que le comunicaron también la tramitación de un expediente disciplinario por desobediencia a los superiores. La división de asuntos internos de los Mossos se hizo cargo del asunto y tomó declaración a los protagonistas.

El subinspector Francisco G.A. y el cabo Robert T.S. fueron los dos responsables de la unidad de investigación donde estaba destinado el denunciante que declararon que él había ido obviando reiteradamente, desde hacía al menos un año, la orden de ceñirse al catalán por cualquier documento relacionado con el trabajo . Por su parte, el agente lo negó y expuso que nunca antes había recibido ningún tipo de orden sobre el lenguaje que debía usar. Finalmente, asuntos internos cierra la investigación y el director general de la policía firma la orden que resuelve condenar, por falta grave, el cabo Alberto PS a tres meses de suspensión de empleo y sueldo. También se le castiga con un cambio de destino, según el cual, debe dejar de prestar servicios en la comisaría de Gerona para pasar a integrarse en la plantilla de los Mossos en Granollers.

La sanción se ha recurrido y ahora es el conseller quien debe pronunciarse sobre su procedencia o no. Mientras tanto sin embargo, y esto es lo que ha motivado la denuncia en los juzgados, asuntos internos está instando al agente denunciante a cumplir la sanción hasta el punto que, la víspera de Navidad, dos agentes se presentaron en el domicilio familiar de Alberto PS para pedirle que entregara la placa y el arma reglamentaria. El agente, que está de baja por enfermedad desde finales de noviembre, asegura que ni que hubiera querido se lo pudo entregar, porque lo tiene en comisaría. También alega que nadie ha esperado a que se resuelva el recurso porque este mes ya no le han ingresado la nómina.

en catalán en el Diari de Girona

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