27 de febrero de 2005

Carmen Leal. Cataluña: La Gestapo lingüística



Se han puesto las condiciones para que la mitad de la población de Cataluña que es catalanohablante denuncie a la otra mitad castellanoparlante. Todo un éxito de cohesión ciudadana

El inefable Carod Rovira interpreta los "noes" contabilizados en Cataluña (el 28 por ciento) como expresión inequívoca de apoyo ciudadano a ERC, que pedía el NO a la Constitución europea, mientras su socio en Cataluña (PSC) y en España PSOE solicitaban ardientemente un sí .Se ha permitido incluso afirmar que según este apoyo, la reforma del Estatuto no va a consistir en "mínimos". Una de las novedades del nuevo estatuto catalán es la obligatoriedad del conocimiento de la lengua catalana por todos los ciudadanos, llegando así a una territorialidad lingüística y quedando el castellano-español como lengua tolerada pero no oficial.

Así que ya han abierto las oficinas de "Garantías lingüísticas", cinco en Cataluña, que atenderán consultas y denuncias sobre el "derecho a vivir en catalán (o en aranés, en el Valle de Arán)" Estas oficinas tramitarán las denuncias y posibilitarán las consiguientes inspecciones de los organismos competentes: La Gestapo Lingüística. También tienen como misión ofrecer recursos para favorecer el uso del catalán, por ello asesorarán y ofrecerán recursos a las empresas "con problemas".Estas oficinas dependen de la Secretaría de Política Lingüística que a su vez depende de la Presidencia de la Generalidad de Cataluña. Las denuncias se pueden hacer por correo electrónico, por teléfono, llamando al 012, por fax o en la web de la lengua catalana. Y como cualquiera puede hacer una denuncia en las Oficinas de Garantías lingüísticas podemos aventurar que se han puesto las condiciones para que la mitad de la población de Cataluña que es catalanohablante denuncie a la otra mitad castellanoparlante. Todo un éxito de cohesión ciudadana.

Así las cosas, el día de la lengua materna (21 de febrero) unos cien ciudadanos catalanes castellanohablantes se personaron en la oficina de Garantías lingüísticas de Barcelona sita en el Pasaje de la Banca, al final de las Ramblas, para autodenunciarse, reclamar el derecho de sus hijos a recibir la enseñanza en su lengua materna, denunciar el sistemático incumplimiento de la ley, y reclamar la desaparición de semejantes oficinas. En un magnifico articulo en ABC el pasado día 15 de febrero, César Alonso de los Ríos hablaba de ciertas gentes de ERC "sin ética y sin estética" que aparecían como el paradigma de lo genuinamente catalán, y añadía que tendría que haber una reacción de la sociedad civil, "si es que queda sociedad civil en Cataluña ", se lamentaba . Se han ido de Cataluña 14.000 profesores y un número significativo de profesionales cualificados. La barrera de la lengua ha hecho de Cataluña un lugar poco apetecible para el resto de España, de manera que el mismo Jordi Pujol tuvo que impulsar una campaña que rezaba: Cataluña, tierra de acogida. Semejante reclamo no lo ha necesitado Madrid, ni Andalucía, ni Murcia, ni ninguna otra Comunidad Autónoma. En cuanto a la vitalidad de la sociedad civil castellanohablante de Cataluña sigue como siempre mi querido César, desde antes del Manifiesto de los 2.300 en el año 1981 hasta hoy. Convenientemente acallada, ignorada por los medios de comunicación, hábilmente perseguida y socialmente anulada. Pero hay una fuerte iniciativa de tipo político, evidentemente no nacionalista, aún en las catacumbas, que espera salir con fuerza a la superficie. Un volcán, un fuego subterráneo que en breve tiene que explotar.



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